miércoles, 7 de mayo de 2014

La Capacidad de Juzgar Ivette Melissa Méndez Sosa

Ivette Melissa Méndez Sosa
Fecha de entrega: 6/05/14
La Capacidad de Juzgar
En este trabajo hablaré acerca de La capacidad de juzgar, para esto me basaré en un texto que leí  en el libro ‘’La facultad del juzgar político, de Hannah Arendt’’ y en otros más que iré citando durante este escrito.
La capacidad de juzgar deriva del concepto de lo que es un buen juicio, pero a medida que va pasando el tiempo estos dos conceptos se han ido perdiendo, pues las personas no saben cuál es su verdadero significado y como es que lo deben de utilizar correctamente ante las circunstancias que se les presenten.
Antes de empezar hablar sobre lo que es un buen juicio considero que es importante saber lo que es un prejuicio, por lo que Hannah Arendt en su libro  lo denomina como prejuicio “auténtico”. En un prejuicio auténtico se utiliza un “se dice que...” o “se opina que...”, aun cuando estos no estén dichos explícitamente.
A mi parecer a este prejuicio le falta capacidad de convicción y en cierto modo no genera ningún compromiso. Un auténtico prejuicio contiene “siempre un fragmento de pasado”, que se funda en una experiencia. Aquel que retoma sin prueba alguna un juicio de este tipo, lo convierte en prejuicio.
En este sentido, sobre la base de los prejuicios confiables, el juzgar presenta graves peligros.
Ya que si en lugar de un juicio aparece un prejuicio manifiesto, y si falta la prueba y el intercambio de opiniones, entonces,  juzgar puede significar algo totalmente distinto; esto sucede cuando nos confrontamos con algo que no habíamos visto y para lo cual no disponemos de ningún criterio.
Se puede decir que todos disponemos de la capacidad de juzgar excepto los animales porque ellos no tienen la capacidad de razonar en comparación con nosotros.
 Un ejemplo de la capacidad de juzgar es cuando antes de conocer a una persona hablas mal de ella, porque te han contado cosas sobre ella y tu aún no la conoces, en ese momento estás teniendo un prejuicio sobre ella, pero si después de un tiempo de conocerla, juzgas su forma de pensar en base a la experiencia que haz tenido al convivir con ella, en ese momento se desarrolla tu capacidad de juzgar.
Cada juicio debe ser responsable y debe ser sostenido frente a objeciones críticas; por esto hay que saber tomar en serio y críticamente el juicio ajeno, saber diferenciarlo. Así se obligará a los demás a responsabilizarse de lo que han dicho. Como un juicio responsable solo es posible sobre la base de un conocimiento objetivo suficiente, es necesario, en la formación de la capacidad de juzgar, comprobar toda opinión expresada en su fundamento objetivo.
Un ejemplo de ello es cuando en el libro ‘’El inocente’’ de Michael Conelly  el personaje principal que es un abogado, por su ambición de trabajar mucho para poder  tener mucho dinero, descuida a su hija y su esposa lo juzga por haberla descuidado tanto ya que esto ocasionará un desprecio por parte de su hija.
En este ejemplo la madre juzga al padre en base argumentos, y a la experiencia que la madre ha tenido al convivir con su hija.
 Por lo tanto el buen juicio no solo se realiza sobre obras de arte, u obras literarias,  también se da hacia múltiples circunstancias y situaciones, incluidos los objetos de pensamiento, o las obras filosóficas.
Con base en tu carácter y la objetividad ante cualquier situación, por determinación propia, puedes formarte tu propia personalidad responsable de sí misma.  Como en el caso anterior en que el Abogado sabía que por su ambición traería como consecuencias el desprecio de su hija.
Como conclusión, me parece que es un factor muy importante el poder desarrollar la capacidad de juzgar, ya que gracias a eso, podemos tener un buen juicio ante las situaciones que se nos presenten, además de ello, nos ayuda hacernos responsables de lo que decimos y pensamos al juzgar algo, también podemos diferenciar entre el bien y el mal y no tener miedo de opinar, expresarnos con libertad.
Bibliografía:
La facultad del juzgar político, Autor: Hannah Arendt
Morelia, Michoacán, 2009, p.p. 309-323

El Inocente, Autor: Michael Conelly, ediciones B grupo Zeta, México D.F., p.p.12-19

No hay comentarios.:

Publicar un comentario