Ivette Melissa Méndez
Sosa
Fecha de entrega:
6/05/14
La Capacidad de Juzgar
En
este trabajo hablaré acerca de La capacidad de juzgar, para esto me basaré en
un texto que leí en el libro ‘’La
facultad del juzgar político, de Hannah Arendt’’ y en otros más que iré citando
durante este escrito.
La
capacidad de juzgar deriva del concepto de lo que es un buen juicio, pero a
medida que va pasando el tiempo estos dos conceptos se han ido perdiendo, pues
las personas no saben cuál es su verdadero significado y como es que lo deben
de utilizar correctamente ante las circunstancias que se les presenten.
Antes
de empezar hablar sobre lo que es un buen juicio considero que es importante
saber lo que es un prejuicio, por lo que Hannah Arendt en su libro lo denomina como prejuicio “auténtico”. En un
prejuicio auténtico se utiliza un “se dice que...” o “se opina que...”, aun
cuando estos no estén dichos explícitamente.
A
mi parecer a este prejuicio le falta capacidad de convicción y en cierto modo
no genera ningún compromiso. Un auténtico prejuicio contiene “siempre un
fragmento de pasado”, que se funda en una experiencia. Aquel que retoma sin
prueba alguna un juicio de este tipo, lo convierte en prejuicio.
En
este sentido, sobre la base de los prejuicios confiables, el juzgar presenta
graves peligros.
Ya
que si en lugar de un juicio aparece un prejuicio manifiesto, y si falta la
prueba y el intercambio de opiniones, entonces, juzgar puede significar algo totalmente
distinto; esto sucede cuando nos confrontamos con algo que no habíamos visto y
para lo cual no disponemos de ningún criterio.
Se
puede decir que todos disponemos de la capacidad de juzgar excepto los animales
porque ellos no tienen la capacidad de razonar en comparación con nosotros.
Un ejemplo de la capacidad de juzgar es cuando
antes de conocer a una persona hablas mal de ella, porque te han contado cosas
sobre ella y tu aún no la conoces, en ese momento estás teniendo un prejuicio
sobre ella, pero si después de un tiempo de conocerla, juzgas su forma de pensar
en base a la experiencia que haz tenido al convivir con ella, en ese momento se
desarrolla tu capacidad de juzgar.
Cada
juicio debe ser responsable y debe ser sostenido frente a objeciones críticas;
por esto hay que saber tomar en serio y críticamente el juicio ajeno, saber
diferenciarlo. Así se obligará a los demás a responsabilizarse de lo que han
dicho. Como un juicio responsable solo es posible sobre la base de un
conocimiento objetivo suficiente, es necesario, en la formación de la capacidad
de juzgar, comprobar toda opinión expresada en su fundamento objetivo.
Un
ejemplo de ello es cuando en el libro ‘’El inocente’’ de Michael Conelly el personaje principal que es un abogado, por
su ambición de trabajar mucho para poder
tener mucho dinero, descuida a su hija y su esposa lo juzga por haberla
descuidado tanto ya que esto ocasionará un desprecio por parte de su hija.
En
este ejemplo la madre juzga al padre en base argumentos, y a la experiencia que
la madre ha tenido al convivir con su hija.
Por lo tanto el buen juicio no solo se realiza
sobre obras de arte, u obras literarias,
también se da hacia múltiples circunstancias y situaciones, incluidos
los objetos de pensamiento, o las obras filosóficas.
Con
base en tu carácter y la objetividad ante cualquier situación, por determinación
propia, puedes formarte tu propia personalidad responsable de sí misma. Como en el caso anterior en que el Abogado
sabía que por su ambición traería como consecuencias el desprecio de su hija.
Como
conclusión, me parece que es un factor muy importante el poder desarrollar la
capacidad de juzgar, ya que gracias a eso, podemos tener un buen juicio ante
las situaciones que se nos presenten, además de ello, nos ayuda hacernos
responsables de lo que decimos y pensamos al juzgar algo, también podemos
diferenciar entre el bien y el mal y no tener miedo de opinar, expresarnos con
libertad.
Bibliografía:
La
facultad del juzgar político, Autor: Hannah Arendt
Morelia,
Michoacán, 2009, p.p. 309-323
El
Inocente, Autor: Michael Conelly, ediciones B grupo Zeta, México D.F.,
p.p.12-19
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